Durante mucho tiempo, y con más énfasis en los años recientes, observamos que las organizaciones le prestan atención a los temas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), esto se observa en diversas acciones, como la publicidad, los productos, la imagen de marca; también se ha incrementado la participación de las grandes empresas en movimientos sociales como la participación en el 8 de marzo, en el mes del orgullo, en acciones visibles en apoyo a las personas con discapacidad o neurodivergentes, etcétera.
Sin embargo, creemos que aún hay brecha para que esas grandes organizaciones logren observar con claridad que la DEI, no solamente es un acto de derechos humanos y de justicia social, sino que es un componente de la estrategia de negocio que puede hacer la diferencia, y que trae grandes beneficios en cuanto a resultados. Las empresas que cuentan con estrategias DEI:
- Tienen 12 veces más probabilidades de retener talento.
- Son 36% más propensas a superar sus resultados financieros.
- Logran 8 veces más satisfacción y retención de clientes.
Por otro lado, la falta de DEI puede generar riesgos y pérdidas:
- El 39% de las personas candidatas rechazan oportunidades laborales por falta de inclusión.
- El 37% de las personas empleadas consideran dejar su trabajo por buscar un entorno más inclusivo.
- El 88% de los inversores evalúan DEI al mismo nivel que las métricas financieras.
Las estrategias DEI ya cuentan con metodologías probadas, que permiten a las empresas aumentar las probabilidades de éxito al implementarlas pero, sobre todo, tener métricas e indicadores para saber que funcionan y que realmente tienen un impacto positivo en los resultados.
Existen estándares como los Global Diversity, Equity & Inclusion Benchmarks (GDEIB) y la ISO 30415:2021, que señalan dimensiones para poder implementar programas y estrategias, además de contar con esos indicadores.
Crear un plan estratégico de DEI implica un proyecto completo, como cualquier otro en una empresa, por lo tanto hay que darle la misma importancia y asegurar los recursos necesarios para poder ejecutarlo. Los pasos que debe cubrir son:
1. Creación del caso de negocio de DEI
Lo primero que debe definirse es el por qué y para qué implementar la DEI en tu organización. Las iniciativas de DEI tienen un impacto directo en los resultados de negocio, al establecer correctamente el caso de negocio podemos vincular los objetivos de DEI con los objetivos del negocio.
2. Compromiso del Liderazgo
Las iniciativas DEI, como cualquier otra en las organizaciones, tienen impacto si cuentan con el respaldo de la alta gerencia. Si la iniciativa no sale de este primer nivel, es importante sensibilizar y mostrar la importancia y beneficios, para que sea el ejemplo y los comportamientos los que caigan en “cascada” hacia toda la empresa.
3. Diagnóstico de DEI
Con mucha frecuencia hay ansiedad por empezar a desarrollar acciones que sean muy vistosas, pero lo más importante es saber de dónde partimos a través de un diagnóstico formal que nos ayude a identificar el estado actual de la organización y tener la base para generar los planes de acción con objetividad y lograr la efectividad de los mismos.
4. Plan Estratégico de DEI
Es el mapa en el que vamos a plasmar claramente las metas, acciones, responsables, recursos e indicadores de cumplimiento.
5. Implementación del Plan Estratégico
Una vez que contamos con el mapa, hay que empezar a navegar en él. A partir de aquí se pueden implementar las acciones específicas y empezar a “tocar” a todas las personas de la organización a través de comunicación y las acciones que se hayan definido en el plan.
6. Evaluación y Mejora Continua
¿Y si nos equivocamos en la ruta? Para evitar desviaciones es importante evaluar la efectividad de las acciones y determinar si realmente estamos teniendo el impacto que buscamos y el cambio de comportamientos a través de la medición constante que nos permita hacer los ajustes necesarios en la estrategia y acciones.
7. Rendición de Cuentas
En la estrategia de DEI la transparencia es clave, por lo que es fundamental mantener claridad en toda la ruta, a través de informes y reportes de avances, resultados y uso de los recursos asignados.
Gestionar la DEI no es sólo implementar estándares; es hacer que cada acción sea un puente hacia organizaciones más justas e inclusivas.

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