La cultura organizacional es uno de los factores clave para el éxito y la sostenibilidad de las empresas en la actualidad, no sólo define la identidad de la organización, sino que también influye
de manera directa en todos los procesos, particularmente aquellos relacionados con el talento dentro de la empresa, desde la atracción y selección de personal hasta el desarrollo y la retención
de los colaboradores, la cultura organizacional tiene implicaciones profundas que afectan a cada aspecto de la gestión del talento.
PERO, ¿QUÉ ES LA CULTURA ORGANIZACIONAL?
La cultura organizacional se refiere al conjunto de creencias, valores, actitudes, tradiciones y prácticas compartidas consciente o inconscientemente dentro de una organización, que guían el comportamiento de quienes trabajan ahí. Es un sistema compartido de significados que influye en cómo las personas interactúan entre sí, y con todos los stakeholders, la cultura se construye a lo largo del tiempo y está profundamente arraigada en la historia de la empresa, su misión, visión y los valores que promueve. Sin embargo, no siempre es explícita ni clara y, desde luego, también puede tener componentes que varían dependiendo del área funcional de la empresa de la que se trate, dando lugar a microculturas dentro de las organizaciones.
EL PAPEL DE LA CULTURA EN REFERENCIA AL TALENTO… ¿O AL REVÉS?
La cultura organizacional define la personalidad e identidad de la empresa y orienta su quehacer cotidiano, la forma en que están definidos los procesos, normas y procedimientos depende directamente de la cultura de la organización. El papel que juegan las personas, en este sentido, es fundamental, pues son ellas las que dan vida, en lo cotidiano, a las actividades que se desarrollan en la empresa, dando vida a las creencias y valores y cumpliendo, o no, con la misión y visión de la empresa.
Así, podemos claramente identificar culturas muy formales y conservadoras, culturas innovadoras y disruptivas, culturas progresistas, culturas industriales, culturas corporativas, y muchas más. Es decir, las culturas de las organizaciones son tan diversas como las culturas de los países, regiones, pueblos y ciudades, de ahí, que habrá culturas más o menos adecuadas para diferentes tipos de personas.
En muchos sentidos el éxito organizacional se puede garantizar por la alineación del talento con la cultura, entre más coherencia exista entre la cultura de la empresa y los propios valores y creencias de las personas, el nivel de alineación será mayor, lo que ofrecerá un ambiente mucho más propicio para que las personas se sientan satisfechas y sean, por ende, más productivas.
Poco a poco iremos desmenuzando este tema que nos apasiona.
Diremos ahora que la cultura de la organización debe, necesariamente, ser conocida y explícita, dado que tiene implicaciones muy importantes en todos los procesos relacionados con el talento de las organizaciones: Los procesos de atracción y selección de personal, desarrollo de talento, retención, evaluación y feedback, liderazgo y toma de decisiones, son diferentes en distintos tipos de culturas y son determinantes del éxito de la organización.
Conocer la cultura, entenderla y promoverla proactivamente resulta entonces fundamental para el logro de los objetivos organizacionales, para lograr que quienes colaboran con la empresa hagan suyos los proyectos de la misma, para contribuir activamente en el desarrollo y crecimiento de las personas, para que transformando a las personas transformemos a las organizaciones y logremos que ambos, personas y empresa, alcancen su máximo potencial.
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